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INSPYRA proyecta la reforma del área de recepción de visitantes en el Pozo Sotón

Las obras de reforma afectan a determinadas áreas interiores del antiguo edificio de Lampistería y Casa de Aseos, con el fin de adecuar algunos espacios a las nuevas necesidades que requiere la visita la Pozo Sotón.

El Pozo Sotón es uno de los pozos más emblemáticos de Asturias y de la historia del carbón asturiano.

El proyecto consiste en la adecuación de una zona del edificio como zona de recepción de visitantes. La visita al Pozo Sotón se centra principalmente en la realización de un recorrido por el interior de la mina de carbón. Con anterioridad al descenso a la explotación, las visitas se cambiarán de ropa, recibirán una charla formativa de seguridad y serán provistas de lámpara de luz y equipo auto-rescatador, antes de dirigirse al embarque del pozo para iniciar el recorrido por las entrañas de la tierra.

Instalado en el edificio de Lampistería y Casa de Aseos del pozo se encuentra también el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería de HUNOSA, CEMM. El CEMM desarrolla la historia de HUNOSA a través de la experiencia y la interactividad del visitante con elementos reales y virtuales, pretendiendo ir más allá del hecho de difundir entre el público una información. Busca involucrar al visitante. Estimular su curiosidad e interés y conseguir que forme parte de la muestra y de su contenido.

Con ese mismo espíritu INSPYRA plantea la adecuación de la zona de recepción de visitantes reproduciendo el ambiente de los típicos vestuarios mineros, con su tradicional estampa de los monos colgados de las alambres. «Comienza ahí su reconversión. Calcetines, ropa interior, camiseta, mono azul y naranja, y un cinturón de cuero de cuyas cinchas penderá el equipo autónomo de respiración; botas de agua de caña larga, casco y lámpara de interior… «Esto no es un museo», advierten los mineros. A 556 metros de profundidad, el primer segundo es para el silencio, la respiración, los latidos. El siguiente se inunda de respeto. Dependiendo por completo del compañero y la lámpara, uno empieza a comprender… » (Ramón Muñiz, diario El Comercio).